Día de Kenia

Buenos días, tardes o noches (septiembre 2k19)

Empezó el curso de 2º de bachillerato y a un grupo de personas de mi clase les tocó llevar a cabo su proyecto, ya lo tenían todo organizado, solo les faltaba que se realizara. Toda mi clase se presentó voluntaria y se presentaron muchas otras personas a este día. Además, unas amigas y yo nos presentamos voluntarias para organizar el baile de Kenia, una compañera hizo la coreografía, las del grupo lo aprendimos y el día de Kenia nos colocamos en las gradas para bailar y que nos pudieran copiar los niños. Me gustó mucho esta parte porque me encanta bailar y si además lo puedo enseñar mejor. Me gustaría resaltar que al estar en las gradas pude ver la clara diferencia de los niños de 3º y 4º de primaria con los de 5º y 6º. Por una parte, los más pequeños eran menos vergonzosos y yo dirían que todos bailaban o lo intentaban. A diferencia, la mayoría de los más mayores no bailaban, es más, creo que les daba vergüenza, puede ser por la edad. Pero me quedé super impresionada por esa razón.

En primer lugar, el día de Kenia es un día preparado a los niños de primaria de 3º a 6º de primaria de nuestro colegio en el que se les sensibiliza de la situación de Kenia, un país del este africano, a través de juegos y actividades.

El día de Kenia:

Los organizadores nos dieron una hoja con la planificación del día, con horarios y todo, así que lo único que tuvimos que hacer fue seguir lo que ponía en las hojas y “soportar” y controlar a los niños. A mi me toco con Carlotta y con Amaia con una clase de 3º de primaria,

Empezamos el día presentándonos, poniendo un video y con una explicación de la situación de Kenia con ayuda de un voluntario que sí que fue en persona al país africano. Después, pasamos a hacer collares de macarrones pintados con la bandera de Kenia, yo creía que sería muy difícil que los niños pintaran con los pinceles ya que al ser de 3º nunca lo habían hecho antes, pero me quedé sorprendida del control que tenían, bueno, había alguno un poco desastre, pero la mayoría lo hacían bien. No nos dio tiempo a terminar los collares antes del almuerzo así que después del recreo y la media horita de después de baile, terminamos los solares en clase. La verdad es que a pesar de que nos lo pasamos muy bien, he de decir que después del almuerzo se pusieron todos muy nerviosos y más difíciles de controlar. El baño se quedó inundado y hubo dos o tres que acabaron con la camiseta mojada. Menos mal que después de ese terror tocaron los juegos, allí se pudieron mover y se les vieron más activos que nunca. Me di cuenta de que los niños de primaria son muy competitivos, hicimos algún que otro juego compitiendo con otras clases y cuando ganaban se ponían todos a gritar, una pasada.

Después de este cansado día me di cuenta de que soy más paciente de lo que creía y estoy segurísima de que si hay alguna otra oportunidad de presentarme como voluntaria para trabajar con niños me presentaría de cabeza.

“Quizá la mayor demostración de amor, es aprender a tolerarse hasta los defectos” (Jorge Muñoz)

“Hay que ser feliz, aunque sea solo por molestar” (Joaquín sabina)

ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO